viernes, 5 de enero de 2007

Me da una pena ser tan malo,
al desear que nadie sea mejor que yo, que nadie ocupe mi lugar con éxito.
Que cada mañana, sea yo, quien quede en tu mente.
Me da una pena tan grande ser tan malo.
Pero reinare en tus sueños, aún mas lejos de la nada, y las tinieblas.
Ningún vagamundo podrá hacerte olvidar mi pasión, ni mis besos, ni mi ternura, ni mi inspiración por vos.
Me da una pena tan grande ser tan malo.
Pero me recordaras cada vez que sientas el viento en tu rostro, o la lluvia en las noches.
Tu olfato, tu oído, tu lengua, tus senos, y tus piernas, me extrañaran.
Me da una pena tan grande ser tan malo.
Pero solo yo en este mundo seré tu dueño total, aunque me de una pena enorme de ser tan, pero tan malo de adorarte así.


No hay comentarios: