miércoles, 28 de agosto de 2013

El Atilio Garcia

  Se acuerdan de Carlos Sole ? aquel que cuando gritaba gol, decía algo así como, gof, gof,... Se acuerdan ¿ pues yo tenía un perro que en vez de ladrar guau guau , también hacia gof gof, siempre dos veces y después había que sacarle el brazo o la pierna que tenía entre las fauces. Que perro mas lindo, cuando me lo trajeron , era una bola de pelos, le puse de nombre Barnabás, pero nunca le dió pelota a ese nombre el muy inverecundo, si le decías vení, venía , pero si le decías Barnabás vení, ni se inmutaba , te ignoraba de lo mas Pancho, ahora, si le decías Atilio Garcia, ahí si, te llenaba de fiesta, de baba , y te ventilaba la casa de tanto mover la cola, que perro mas feliz cuando lo llamabas Atilo Garcia, era de no creer no mas. Le encantaba ir al Parque Central, cuando jugaba Nacional le decía “Atilo Garcia, vamos a ver Nacional ¡ “ y ahí salía todo feliz para lo del Rafa, y de ahí nos llevaba en carrera por Garibaldi hasta el Parque Central, se echaba abajo de un árbol y ahí nos esperaba hasta terminar el partido. Todo el mundo lo conocía , si te acercabas con la camiseta de Nacional te dejaba que lo acaricies y hasta movía la cola, pero cuando veía a alguien con la de peñarol , se le erizaba los pelos y había que agarrarlo entre cuatro, aún así ya había mordido a 34 manyas , y de ahí que lo llamábamos Atilio Garcia, en recuerdo al Bigote que vacunó a los aurinegros con 34 goles.   Estaba un día escuchando un clásico , tenia una radio a transitores, de esas chiquitas , mas chica que la Spika, y estaba amargado íbamos perdiendo 2 a 1 y con esto quedabamos eliminados de la copa America, cuando en eso entra el Horacio a los gritos, “atropellaron al Atilio, , atropellaron al Atilio” salí a 500 la hora , “ donde , donde “ gritaba yo desesperado, en Burgues me dice Horacio y en segundos estoy ahí, al llegar me encuentro con una camioneta Ford negra subida a la vereda , y un montón de gente mirando la caja de la camioneta, me acerco y veo a mi perro que lo habían puesto allí, me abro paso, lo acaricio y me mira con ojos agonizantes, estaba destrozado, le digo “Atilio Garcia , aguantá aquí estoy .. “ y el silencio se rompe desde la radio con Solé gritando “gof, gof, de Nacional , Celio, Celio .... “ mira a mi perro , el me mira, lanza su gof, gof, cierra los ojos y se va... te juro que se murió con una sonrisa, en eso llego el Rafa con la bandera de Nacional, con ella lo envolvimos al Atilio y nos preparamos para ir a enterrarlo lo mas cerca de Parque Central, el flaco de la camioneta se disculpó mil veces y se fue, y solo cuando se iba alcancé a ver que en el parachoques tenía una calcomanía de peñarol , el muy hijo de mil putas.

los caracoles

Cuando fui a Bulgaria en el mar Negro, vi desde el primer día unos caracoles muy hermosos, nunca los había visto en mi vida, por eso me llamaba la atención , con esa concha media obscura y la forma muy particular, pensé que era algo muy especial y como lo estaban vendiendo a menos de un euro, lo compré, al otro día y los días siguientes vi un montón de conchas en la playa, y solo tenía que recoger, en los bosques se podían conseguir también a menos de 0,50 centavos de euro, y te diré que había conchas de todo tipo , color y hermosura, así que aunque las comparaciones son odiosas, la concha que ya tenía me pareció menos bella que las que veía por todos lados, dejó de ser especial , única, mientras que no sabía que había tantas , la adoraba, pero al ver tantas otras terminé por conseguirme otra concha que me gustó mas y dejé de lado la primera. Moraleja, si tenés una buena concha y andás mirando las vecinas , terminás de concha en concha