viernes, 10 de octubre de 2014

La casa encantada

   Mi hogar era un bosque encantado, donde las hadas cantaban, el ogro era gentil , la mesa bailaba, el sillón tenía mal humor, los platos eran todos de diferentes tribus, las ollas gruñían y causaban bochinche, los cubiertos hacían fiesta a diario y había que bañarlos todos los días, la televisión como viejo profesor hablaba todos los idiomas y cada día estaba encantado de enseñarnos maravillas de países lejanos, historias fantásticas de otros mundos, chusmerios de otros humanos, y el color de los sueños ajenos. 

 Mi hogar era un bosque encantado, donde la sonrisa era obligatoria cada mañana, donde el sol se desesperaba por entrar a visitarnos y se colaba por cada agujero que había. Las puertas tenían vida propia y protegían con celo a sus habitantes. 

Mi hogar era un bosque encantado, lleno de espíritus buenos y malos, de aspiraciones inconclusas de luchas ocultas , de deseos fantásticos, de euforias y locuras. Mi hogar era un bosque encantado que un día perdió la magia, los pantanos y las sombras invadieron nuestro espacio, los árboles perdieron sus hojas, el suelo se llenó de moho y las sonrisas se apagaron, se transformó en un bosque mustio , golpeado por el otoño , desnudado por el invierno.  

Todo quedó yerto y mi hogar ya no recuerda los espíritus que un día cobijó. 

 

Leonardo