jueves, 28 de febrero de 2008

Fuego interior

El marrón de la madera se fue obscureciendo, pasando de marrón obscuro a negro , negro brillante , luego a negro mate, aclarándose más tarde hasta pasar a un blanco brillante, mientras que las llamas devoraban con voracidad toda la madera reduciéndola a cenizas, con ello se llevó también todo el interior. 

Se despertó pasadas las 9 de la mañana, manoteó el paquete de cigarrillos que había sobre la mesa de luz y lo encendió antes de abrir por completo los ojos, le dió dos bocanadas profundas, invadiendo los pulmones de tabaco, miró el humo marcando los rayos de sol que entraban por la ventana y se fue despertando hasta que consumió el cigarrillo. Se levantó lentamente y se preparó un café mientras se prendía otro cigarrillo, ojeó las revistas que había sobre la mesa , no encontró nada interesante, solo publicidad de supermercados en grandes ofertas, se sirvió el café y se sentó rascándose la cabeza, saboreó su café mientras ojeaba nuevamente las publicidades, se prendió otro cigarrillo al término del café, luego se levantó de la silla y se fue al baño, abrió el grifo y esperó que saliera agua caliente, cuando estaba el agua tibia tiró el pucho al water y se metió en la bañera, el agua le causo alivio, se puso un poco de champú en las manos , se restregó la cabeza y la cara, el agua le daba bienestar pero también como una fatiga muscular, le empezó a darle como modorra, nunca le había pasado en la ducha, así que se sentó recibiendo el agua sobre el cuerpo, puso sus manos sobre el vientre y se durmió para siempre, su esposa me informó que su rostro tenía una mueca de paz infinita, igual que un santo, los doctores le informaron que no sufrió nada , que es así como se van los ángeles. Chau hermano, siempre te recordaré como el gran amigo que fuiste. 

Leonardo

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