sábado, 28 de septiembre de 2013

Cuando llega el otoño, de un día para otro viene un vientito y ves hojarascas por el suelo y todo se ve marrón en diferentes tonos es hermoso caminar por el bosque meterse en esa tristeza apacible de muerte natural. 

Enamórate en primavera y nunca te separes en otoño. 

 Luego llega el invierno, quedan desnudos los árboles, y hasta el pasto se niega a salir las noches se llenan de obscuridad y las mañanas amanecen con mantos de blanca nieve el silencio invade cada rincón y penetra hasta en el alma trae la soledad con su inexpresiva mirada, ahogando euforias, desaprobando el futuro, arrastra tras de sí a los más débiles en una procesión de desamparados, a lo más profundo de la miseria, en un viaje sin regreso.

 Pero llega un día que el sol sale más brillante que nunca , con un cielo despejado y todos los seres vivos sienten la llegada de la primavera y está todo florecido, el aire trae perfume de flores, de pasto, de frescura, entras a un bosque y los retoños brotan por doquier, y millones de animalitos corren, saltan , flirtean contentos y te bañas de alegría se te llena el corazón de esperanza, de comienzos, y de vida vez en cada niño el futuro , en cada color una loa, en cada persona un amigo , y aunque no creas en Él , sientes en cada cosa la presencia de Dios. y solo sientes ganas de decir gracias por la vida , gracias por cada amanecer, gracias por cada anochecer, gracias por cada sonrisa gracias por cada mano que se te acerca en son de amistad y por sobre todas las cosas gracias a ti que me lees porque te has ganado un te quiero.

Leonardo